¿Os preguntáis qué es la estabilidad emocional? Os comparto. Esta es uno de los pilares fundamentales para iniciar el camino hacia el encontrarse bien y para empezar a resolver cosas que nos generan malestar.
¡Os quiero ofrecer un espacio por aquí que nos aporte y nos acerquen a sentirnos bien!
¡Así que gracias por tu apoyo y por iniciarte conmigo en esta aventura!
Todas las personas tenemos temporadas en las que no nos sentimos bien o tenemos un estado de ánimo más bajo de lo habitual. No obstante, que un día nos sintamos bien y otro fatal, sin saber el motivo de este cambio repentino, eso sí que nos crea un gran malestar.
Pues os contaré: a menudo, acompañando a personas en consulta, me he encontrado la tendencia de creer que la estabilidad emocional es un sinónimo a una vida aburrida-lineal. Eso nos puede llevar, inconsciente o conscientemente, a buscar personas y situaciones que nos acercan a una vida llena de inputs, emoción y adrenalina.
Bien en este punto quiero presentaros esta gráfica
En ella vemos como la impasividad y la reactividad son polos opuestos y la estabilidad emocional sería un punto medio.
“Reaccionar” implica tomar el imput-suceso y trasformar las emociones que nos hace sentir en una reacción prácticamente inmediata. Esto, el “reaccionar” a lo que nos sucede, no nos ayuda.
Por el contrario, mostrarnos impasibles a sucesos-inputs que nos dañan y pasarlos por alto manifiesta una desconexión interna y esto, como deduciréis, tampoco es sano. En este punto llegamos a ver que lo que nos ayuda es la estabilidad. Esta implica poder recoger el input-suceso, darnos tiempo para procesarlo y así encontrar la manera de gestionarlo adecuadamente antes de actuar o decidir.
Los extremos no son deseables y la estabilidad no es impasividad. La estabilidad nos acerca a la paz mental y nos aporta equilibrio.
Para alcanzarla requiere dos aspectos fundamentales:
💡Gestión emocional: poner energía en ir aprendiendo a identificar nuestras emociones, aceptarlas, permitirlas y transitarlas.
💡Autoconocimiento: ir conociendo cómo solemos sentirnos en determinadas situaciones, qué se nos manifiesta y qué nos remueven.
¡Es por esto que todas y cada una de las experiencias que vivimos son aprendizajes valiosos!
Estas nos ayudan a cada vez acercarnos más a la estabilidad emocional.
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