¿Pueden las personas realmente cambiar?
¿Hasta qué punto podemos cambiar si nuestra genética nos lleva a estar más predispuestas/os a ciertas maneras de sentir, pensar y actuar?
¿Podemos dejar de lado lo que hemos adquirido de nuestros referentes emocionales?
Estas son preguntas con las que me encuentro cuando se habla de psicología a nivel general. Cuando intercambio conversaciones con personas que se muestran escépticas ante el trabajo de psicólogas/os.
Ante todo ello, mi opinión es que lo innato, adquirido, genético nos predispone. Sí, no lo vamos a negarlo. Pero nunca es tan determinante como para sacar a nuestra voluntad de cambio fuera de la ecuación.
¡Así que, sí!, depende de donde vengamos y de lo vivido, el camino será más difícil, pero no por ello, nos imposibilitará llegar a nuestro destino.
Creo en el cambio, en la evolución y en el crecimiento.
Las personas podemos cambiar siempre y cuando queramos hacerlo.

Kommentare