top of page

¿Crees que hay emociones positivas y negativas?

Foto del escritor: Nataxa RuzafaNataxa Ruzafa

Actualizado: 26 ago 2022

¿Crees que realmente nos hace bien considerar que hay emociones negativas y positivas?

Primero de todo considero importante remarcar que el lenguaje construye realidades, las palabras activan emociones y estas generan actitudes que llevan a comportamientos. Es decir que el lenguaje tiene un impacto en nosotras/os*.


¡Os cuento!


La terminología de emociones "positivas" y "negativas" nace cuando se quiere hacer de la psicología una ciencia, y en concreto, de la educación emocional. Para que esta pueda recibir reconocimiento científico requiere del uso del lenguaje propio de la disciplina científica.

En el lenguaje científico positivo significa “presencia de algo” y negativo “ausencia de algo”. En este caso concreto, a nivel científico, se denomina: emociones positivas a las que tienen presencia de bienestar, y emociones negativas a las que no generan bienestar cuando se experimentan.


Bien, pero ¿qué sucede con toda esta terminología en la realidad?


Pues que genera una mella en la gestión emocional de muchas personas. El considerar que existen emociones positivas y negativas, no nos hace ningún favor. Nos lleva a pensar que unas son más deseables que las otras. En la práctica la palabra positivo la asociamos a algo bueno y, por el contrario, lo negativo a algo malo.

Además, vivimos en una sociedad donde; nos cuesta respetar los ritmos propios; donde se espera que estemos siempre bien y productivas; se juzga de manera negativa los estados anímicos bajos o la enfermedad mental; se ataca de débil o “dramas” a alguien por estar pasando por una mala etapa o por mostrar un estado de ánimo bajo…


Ante esta realidad ¿qué me encuentro en consulta?


Gente que tiene miedo a conectar con la tristeza porque cree que puede no saber salir de ella. Personas que no saben respetar sus necesidades por miedo al conflicto, el enfado o la rabia.


Lo que os acabo de describir para mí sería una negación de nuestras emociones, y esta nos lleva a presentar conductas desadaptativas. Desde mi experiencia opino que atribuir a ciertas emociones la etiqueta de negativas, malas, indeseables no nos acerca al bienestar. Nos aleja de la buena gestión emocional y no nos permite poder desarrollar conductas adaptativas para el manejo de estas emociones.


Es aquí, en este punto donde ¡os invito a pensar!


Las personas tenemos un amplio rango de emociones y todas y cada una de ellas son necesarias y buenas para nosotras. Porque ¿no creéis que sin la rabia estaríamos indefensas? ¿O sin la tristeza perdidas en el identificar las cosas que nos generan malestar o necesitamos cambiar?


Es importante, por tanto, dar ese primer paso. Dejemos de negar nuestras emociones y démosles la bienvenida. Porque todas ellas son necesarias y debemos aprender a poder identificarlas, validarlas y transitarlas.



*A partir de ahora utilizaré el femenino genérico, refiriéndome a personas, para agilizar la lectura.

 
 
 

Comments


bottom of page