Cuando nos enfadamos es fácil entrar en culpar (responsabilizar) al otr@ de nuestro malestar emocional. Es tentador buscar responsables fuera. Por ello es importante hacer un gran esfuerzo por recordar lo siguiente:
💡 Yo soy responsable de mis propias emociones.
💡 Si algo que está sucediendo me genera malestar. Debo intentar referirme a las ACCIONES de la otra persona. NO A SU PERSONA.
Porque si no, como puedes deducir estaremos:
🚨 Promoviendo que la otra persona reaccione a la defensiva. Alejándonos así de un posible cambio de conducta.
🚨 No nos estaremos responsabilizando de nuestra gestión emocional, y esto nos llevará a un descontrol sobre nuestras emociones que nos generará más malestar.
Así que te animo a que cuando sientas que otra persona es responsable de cómo te sientes, te preguntes:
¿De qué es exactamente esa persona responsable?
La respuesta a esta pregunta te permitirá:
✨ Asignar las responsabilidades donde corresponden
✨ Pensar en las acciones que deberían llevarse a cabo para subsanar ese malestar.
Dos aspectos clave para relacionarnos de manera sana con nuestro entorno y para gestionar y respetar nuestras emociones y necesidades.
¡Si te ha gustado te invito a seguirme en mi Instagram (@nataxaruzafa) allí comparto más contenido del estilo!
Comments